Enero 2024. Con 45 años de experiencia Echeverría Izquierdo ha forjado su posición como una de las principales empresas constructoras en Chile y América Latina. En un sector que ha estado marcado por grandes desafíos, especialmente en los últimos cinco años, la empresa ha demostrado una notable resiliencia, manteniendo un crecimiento constante. Incluso en años difíciles para la construcción chilena, Echeverría Izquierdo ha destacado, alcanzando otro año exitoso en 2023.

Durante los primeros tres trimestres de este año, la compañía ha registrado ingresos totalizando los 432.232,1 millones de pesos (aproximadamente US$495 millones), un incremento del 10,6% en comparación con el mismo período del año anterior. Y si es destacable el crecimiento en los ingresos de la empresa, lo es más el nivel de rentabilidad que ha demostrado. Entre enero y septiembre las utilidades ascendieron a 47.935,2 millones de pesos (casi US$55 millones), representando un aumento del 59,2% en comparación con los primeros tres trimestres del año anterior.

¿Cómo ha logrado la empresa no solo sobrevivir, sino prosperar en medio de condiciones adversas? La clave ha sido un proceso estratégico de reorganización y un enfoque decidido en sus actividades fundamentales, tales como la construcción y servicios para la minería y las soluciones habitacionales para segmentos medios.

En una conversación exclusiva con Construcción Latinoamericana, Pablo Ivelic, el CEO de Echeverría Izquierdo, comparte su visión sobre las expectativas de la empresa y las perspectivas para el próximo año.

¿Cuáles son los elementos clave que han contribuido al buen ejercicio que Echeverría Izquierdo ha experimentado?

Hemos tenido una cartera de proyectos muy interesante y este año tenemos proyectado cerrar nuevamente con un ingreso máximo de histórico. Probablemente lleguemos a facturar US$650 millones, con un crecimiento cercano al 7% respecto al año pasado. Es tercer año consecutivo en el que alcanzaremos un máximo histórico, así que llevamos una tendencia de crecimiento que nos tiene muy, muy contentos.

En un escenario complejo, con muchas empresas declarándose en quiebra. ¿Cuál ha sido el modelo que ha seguido Echeverría Izquierda para poder lograr estos éxitos?

Nosotros nos planificamos al momento de la crisis, yo creo que eso ha sido clave.

Ya en 2020, en el concierto de la situación que estábamos viviendo y previendo que vendrían años complejos por delante, decidimos enfrentar este período con una visión de largo plazo que involucró un proceso de reestructuración desde el punto de vista de nuestro portafolio de negocios y de nuestra organización.

¿En qué se basaron esas decisiones?

Antes teníamos una visión de un portfolio de negocios más diversificado y decidimos enfocar todo nuestro esfuerzo en nichos específicos.

Lo que hicimos fue definir correctamente cuáles son los segmentos de negocio donde tenemos mayor estabilidad, una posición de liderazgo, un know-how técnico relevante, y al mismo tiempo con más oportunidades de generar mayor participación de mercado en largo plazo. Es así como decidimos enfocarnos, principalmente, en nuestros negocios de construcción y servicios en minería y en el desarrollo de soluciones habitacionales para segmentos medios.

Esto nos significó reestructurarnos como compañía, cerramos algunas operaciones, consolidamos otras, e integramos a otros negocios y unidades.

¿Qué tipo de negocios tuvieron que cerrar?

Cerramos, por ejemplo, unidad dedicada a la obra civil. También hacíamos mucha construcción habitacional para terceros, y decidimos no continuar con eso. Asimismo, hicimos que empresas o unidades de negocios de nuestra compañía, como Pilotes Terratest o VSL, que también atendían diferentes sectores, enfocaran su esfuerzo a estos dos segmentos.

Esto ha sido un gran desafío, porque en el fondo cerrar la operación en segmentos de negocios y crecer, es una fórmula compleja. Pero hemos podido reemplazar la cartera de proyectos de las operaciones que hemos dejado con operaciones de estos segmentos. La estrategia nos ha funcionado.

¿Cómo analiza el escenario político y económico actual en Chile?

El escenario está super complejo. Tenemos factores internos que hacen que esta situación se encuentre así, pero también hay un escenario global y externo que poco contribuye. Hemos pasado situaciones que han generado mucha incertidumbre. Hay poco afán en el sentido de crecimiento, poco fomento en la inversión, estamos viviendo crisis de seguridad y hay una necesidad social insatisfecha muy grande que se ha acrecentado también por la migración. Y esto, en un contexto global que también está enredado por el crecimiento, la inflación, las alzas de tasas y conflictos bélicos. Es difícil ser optimista en estos momentos.

Y la industria de la construcción, que siempre está emparejada a los ciclos económicos, está en una situación super compleja.

En Chile han sido muchas las empresas que han tenido que reorganizarse financieramente o han declarado la quiebra. Me parece, lamentablemente, que es razonable pensar que continúen situaciones como esas. Hoy día el acceso al financiamiento está restringido y la inversión es baja, como nunca. Vemos también hay que clientes que tienen comportamientos de pago que no se veían anteriormente. Y si a eso se le suma un periodo previo de alzas de costo, la posibilidad de tener proyectos que sean deficitarios, es grande. Entonces, si se conjugan todos estos factores, es obviamente muy fácil que haya una empresa que pase por situaciones de insolvencia.

¿Esta situación se mantendrá en 2024?

Hasta que la inversión no crezca, hasta que las tasas de interés de corto y largo plazo no bajen, y hasta que las restricciones de financiamiento se liberen, la situación va a seguir acompañando. Y claro, quienes están en una situación compleja, va a estar difícil de que salgan.

Además de Chile, ¿en qué otros países está presente Echeverría Izquierdo?

Fundamentalmente en Perú. Hemos desarrollamos algunos servicios en otros países de Latinoamérica, pero única y exclusivamente con servicios spot. Y como dije anteriormente, el escenario no es solamente es complejo aquí en Chile, sino que es una realidad global. Sin embargo, en Perú vemos algunas situaciones que se han desarrollado mejor. Es un escenario más débil de lo que vivíamos antes de la pandemia, pero tiene un comportamiento con mejor desempeño que en Chile.

¿Qué tan importante es Perú para la empresa?

Actualmente Perú aporta entre un 7% y 8% de la facturación. Operamos en forma estable en el sector inmobiliario a través de Senda y también con Pilotes Terratest. Y hoy día estamos con equipos contratados para iniciar la operación con Nexxo, la empresa que hace mantenimiento y montaje industrial. Así que nuestra intención es aumentar la participación y que ésta llegase a alrededor de un 15%.

¿A cuánto asciende la cartera de proyectos actual de la empresa?

Nosotros estamos con un backlog de proyectos de ingeniería y construcción de un monto cercano a los 570.000 millones (unos US$648 millones), que colocarlo en perspectivas es un año de facturación. Ese monto podría crecer a 635.000 millones (US$722 millones) si es que consideramos un proyecto que tiene una nota de proceder limitada, es decir que lo tenemos adjudicado, pero la decisión de ejecución depende del directorio de la empresa, lo que debería suceder durante este mes. En lo que se refiere a proyectos inmobiliarios tenemos una cartera de unos 13,5 millones de UF (más de US$560 millones).

¿Cuáles son los proyectos más grandes que tienen hoy día en desarrollo?

Hoy día estamos concluyendo dos plantas concentradoras de cobre, en una de las plantas concentradoras greenfield, para Mantos Verdes y la otra es un proyecto brownfield, el overhaul de la planta concentradora de Rajo Inca, para Codelco, son los proyectos de mayor envergadura que estamos desarrollando en minería.

Y desde el punto de vista de edificación, somos, indiscutidamente, la empresa constructora que mejor sabe construir edificios mixtos en altura en Chile. Hay muy poco desarrollo de esas características en este tiempo, pero los pocos que hay los hemos tomado y hoy día estamos construyendo un proyecto bien grande en Príncipe de Gales con Avenida Ossa (Santiago), es proyecto mixto de oficina, comercial y habitacional para renta de 80.000 metros cuadrados; y estamos construyendo la ampliación del Parque Arauco, que también un proyecto comercial de mall y oficinas, también de 80.000 metros cuadrados.

¿Se está explorando la implementación de nuevas tecnologías?

Estamos en una cruzada y hemos impulsado, o al menos hemos hecho todos los esfuerzos para impulsar a la industria en Chile a hacer una mejora en la productividad. Es una carencia que tenemos como rubro, y no sólo aquí, sino que en el resto de los países de Latinoamérica, y es algo que tenemos que abordar.

Nosotros lo hemos estado trabajando fuertemente desde la innovación y la transformación digital. Existen diferentes mecanismos que se pueden adoptar para hacer más eficiente la construcción. Eficiente desde el punto de vista de ser menos demandante de mano de obra, de consumir menos materia prima y de generar menos residuos. Y, por cierto, también de disminuir el plazo en la ejecución de la obra.

Nos hemos vinculado con el ecosistema de innovación, con emprendedores y con startups, generando aceleración de esos procesos y en adición, hemos invertido también en ellas. Nos denominamos aceleradores de startups, porque buscamos favorecer el ecosistema para que haya soluciones más innovadoras para toda la industria.

Para finalizar, ¿qué expectativas hay para 2024?

Hoy día resulta mucho más difícil predecir qué es lo que va a suceder el año siguiente y es mucho más difícil construir una visión de más de seis meses plazo. Hoy día la inversión está a la baja. Lo normal es que la actividad de la industria de la construcción tenga un estancamiento. Nosotros como empresa, es probable que también tengamos ingresos menores o alcancemos la misma facturación que en 2023.