Junio 2020. La nueva planta de celulosa que el grupo Angelini instala en el Bío Bío mueve por estos días un peak de 8 mil trabajadores en faena con estrictos protocolos de seguridad sanitaria.

El proyecto Modernización y Ampliación de Planta Arauco –más conocido como MAPA– carga varios récords en su espalda. Con una inversión de US$2.350 millones, no sólo es la iniciativa más grande en la historia de la forestal del grupo Angelini, sino que también es la mayor que se ha construido en la Región del Bío Bío, y está entre las diez más grandes que se levantan actualmente en el país. O al menos lo intentan, porque varias han sido detenidas o retrasadas por la crisis sanitaria.

MAPA, de hecho, detuvo dos semanas sus actividades en marzo para adecuar toda su operatividad a las normas de seguridad sanitaria necesarias para enfrentar la emergencia. Fue una decisión que la compañía tomó con el conjunto de empresas contratistas con las que trabaja para adaptarse a una nueva normalidad laboral.

Ese tiempo les permitió retomar con fuerza los trabajos en abril y mayo. De hecho, desde Arauco cuentan que las obras de la gigantesca planta de celulosa ya alcanzaron un 50% de avance, con una dotación que está en su peak: alrededor de 8.000 personas, la mayoría desde luego pertenece a alguna de las empresas constructoras. Son cuatro las principales: Sigdo Koppers, Echeverría Izquierdo, el consorcio Vial y Vives – DSD, y Besalco. Aunque también tienen obras otras reconocidas firmas como Claro Vicuña Valenzuela, Icafal y Belfi.

Todas ellas forman parte de un pool de 40 grandes contratos, incluyendo los firmados con grandes proveedores de equipos como la austriaca Andritz y la finlandesa Valmet.

‘Un proyecto como éste requiere un enorme esfuerzo y coordinación en materia logística. A pesar de algunas dificultades menores en términos marítimos hemos logrado ir cumpliendo con un buen porcentaje de los embarques comprometidos, estos son aproximadamente 5.000 contenedores con equipos y 120 mil toneladas de carga suelta en barcos’, explica Charles Kimber, gerente de Asuntos Corporativos y Comerciales de Arauco.

El proyecto MAPA considera la eliminación de una línea completa de producción de celulosa que funcionaba en ese lugar desde los 70, modernizar su segunda línea y construir otra totalmente nueva, tras lo cual su producción total alcanzará las 2.100.000 toneladas anuales.

La idea original era poner en marcha la nueva planta en marzo de 2021, lo que tras las interrupciones de este año se estaría moviendo unos meses. ‘Hoy estamos focalizando nuestros esfuerzos en retomar el ritmo que teníamos (…) Estimamos iniciar la puesta en marcha en el segundo trimestre del 2021’, agregó Kimber.

El rap del covid-19

¿Cómo se las arregla una mega obra para lidiar con el covid-19? No es fácil. ‘Hemos logrado mantenernos funcionando con un arduo trabajo todos los días, que nos desafía a ser más flexibles en nuestra operación, aplicando nuevos aprendizajes que nos permitan ser más eficientes, pero, principalmente, cuidarnos entre todos’, dice el ejecutivo.

Describe una serie de medidas que han ido profundizando con el paso de las semanas, como ajustes en el transporte de personas, ingresos flexibles para evitar las aglomeraciones, y control sobre los desplazamientos en las instalaciones, además de la sanitización de baños y espacios de aseo personal, puestos de trabajo y comedores, con especial énfasis en las capacitaciones permanentes.

También implementaron campañas de difusión para reforzar las conductas preventivas. ‘Esta iniciativa ha tenido una muy buena recepción por parte de los trabajadores, quienes además de cumplir todas las recomendaciones que les entregamos, han buscado formas originales para concientizar a sus pares, creando, por ejemplo, canciones para fomentar la cultura del cuidado’, cuenta Kimber.

Menciona lo hecho por Echeverría Izquierdo, que creó una cuadrilla voluntaria a cargo de difundir las medidas adoptadas para el cuidado de los trabajadores –el Team Covid 19–, y fue ahí donde uno de sus colaboradores creó ‘El rap del covid’, cuya letra describe el cuidado que deben seguir todos los trabajadores en la planta.

‘Si bien hemos logrado adaptarnos a la situación, mejorando nuestros estándares de manera rápida, detrás de todo lo que se ve hay un esfuerzo muy grande de muchos actores, que sabemos que tenemos que seguir haciendo porque la situación es compleja y sigue avanzando’, reconoce el ejecutivo. En las faenas se han topado con casos covid positivos, cuyo número no detallan, los que han enfrentado con las respectivas cuarentenas y cuidados decretados por la autoridad.

Trabajo con hospedajes y costureras

La compañía también ha elevado su trabajo con las comunidades vecinas, desarrollado iniciativas que permitan mantener activos los negocios y emprendimientos de las comunas vecinas.

Por ejemplo, trabajaron con hospedajes –que alojan a más de 1.000 trabajadores de las faenas– para que adoptaran sus propios protocolos de seguridad e higiene, y activaron un proyecto con 60 costureras de la comuna de Arauco para la confección de mascarillas reutilizables, lo que les permite mantener un ingreso y además cubrir la necesidad de los trabajadores forestales.

Al cierre del primer trimestre, Arauco registró pérdidas por US$29,7 millones, que se comparan negativamente con las ganancias por US$126 millones que tuvo en igual período de 2019, debido a una baja de 31% en los ingresos del área celulosa.